El Reiki trabaja en forma holística, equilibra todas nuestras emociones, nuestro cuerpo y nuestra vida espiritual.
Después de un tratamiento la sensación de relajación aparece, surgen emociones, se disuelven barreras internas que bloquearon nuestro crecimiento durante largo tiempo.
Ayuda y complementa cualquier tipo de terapia o tratamiento.